Lilian ToledoLos Reinos de Solveig
"La poesía vuelve a vivir en la lectura siempre nueva de cada nuevo lector que se arriesga a mirar en las profundidades de su propia intimidad”. Diana Bellessi, La pequeña voz del mundo Su nombre casi podría ser un `poema mínimo, porque este vocablo de origen nórdico- según internet-reúne en su aliento único, las palabras sol y fuerte: Solveig ; seguramente un deseo y a la vez- quizás sin querer- un encargo. También según otras etimologías y traducciones, reúne las palabras casa y fuerte: quizás una pista para el enigma a resolver acerca de por qué no tenemos entre manos más poemas suyos. Sin embargo, nos cuenta su familia que fue Roberto Ibañez quien lo eligió para esta tercer hija, tomándolo de la novela Peter Gynt (1876), de H. Ibsen. Esta Solveig es quien “perdona” los errores o pecados del aventurero protagonista. Muchas de las referencias o etimologías de este nombre, nominan un camino complejo para la construcción de la propia identidad. ¿Así habrá sido vivido? Nació un 14 de noviembre de 1931, en la ciudad de Montevideo, recibiendo como principal tarea aprender a ser hija, hermana, compañera y madre de artistas: toda gente que se jugaba entera (ayer en sus padres Sara y Roberto y sus hermanas mayores, Ulalume y Suleika ) y se juega (hoy en su descendencia) en el intento de desplegar sus aportes en las distintas artes, y generalmente de manera ejemplar. Todo un desafío el aprender a competir. Ya desde su lugar en la foto familiar queda sugerida una intensa lucha de contrastes para la construcción de esa identidad, dentro de la que los esperado para cada género, como la maternidad, estuvo presente de manera muy fuerte, aunque no de una manera clásica: “Yo agradezco que haya sido mi madre”,nos dice Patricia Silva . Diferentes fuentes (entre ellas amigos y familiares) cuentan que estudió en Montevideo en el Liceo Francés y también que residió en París, junto a sus padres y su hermana Zuleika; alrededor del año 1949. Sus conocidos reconstruyen “su ir siendo mujer “ hilvanando retazos de su andar en ese particular escenario y tiempo histórico. También podemos saber de ella por los profesores Silvya Puentes y Rubinstein Moreira,quienes la incluyen en sus escritos sobre autores (as?) uruguayos. Por ello podemos saber que inició su formación universitaria en Facultad de Humanidades, aunque no la completó, y también que fue profesora de francés en liceos, pero cuentan que no manejaba mucho las bromas de los adolescentes, razón por la que renunció, para dedicarse a ser profesora de literatura “particular”, desarrollando esta tarea en el seno de su hogar. También podemos saber que fue crítica literaria y ensayista, en tanto transitaba poeta, aportando su mirada en el círculo del Ateneo, AEDI(Asociación de Escritores del Interior) y el Grupo Erato (además de publicar en numerosas revistas y periódicos). Y que en 1998 se le concede una pensión graciable. Pareciera que desarrolló gran parte de su actividad en el ámbito privado: sus clases particulares, el cuidado de sus hijos, la escritura de poemas. Su hija Patricia (también artista) nos dibuja algunos trazos de su compleja figura: “Lo que más recuerdo es su forma de alegrarse con las cosas inocentes de la vida, y a la vez sus miedos, su forma de ser arrolladora, seductora y segura, a la vez que insegura; de enseñar lo que se debe ser y transgredirlo a su vez... ” Sus creaciones transitaban su luz por diferentes ámbitos, incluyendo los del propio hogar. Y en bares y tertulias literarias, junto a su novio y más tarde esposo…y aún luego siendo su ex esposo, compartiría poemas en camino de ser culminados. Era el momento en que en Uruguay, Carlos Quijano fundaba el Semanario Marcha, Juan C. Onetti editaba su novela El Pozo (1939), Joaquín Torres García fundaba su taller de pintura, y en las mesas del Bar Metro o del Sorocabana, ello junto a otros se reunían a polemizar, y quizás a compartir sobre teorías literarias, entre otras cosas. Hemos señalado en otra oportunidad que las mujeres en esas mesas no eran mayoría, y estas eran –además- unos años mayores que Solveig: Idea Vilariño, Amanda Berenger, Ida Vitale, etc.. Los aspectos conservadores del Montevideo de ese tiempo estaban siendo conmovidos por los aportes de estos intelectuales, pero igualmente no dejaban de atravesarse en sus acciones, la rebeldía y los sometimientos, enredados en las diversas desigualdades, incluso las de sus formas de expresión. Cercana en edad a la Generación de los Alacranes, no aparece muchas veces compartiendo sus escenarios pero tampoco su manera de decir; su estilo y abordaje de lo vital aparece poblado de imágenes sugerentes, ligadas a la naturaleza, sobretodo, a lo sagrado, lo místico así como a los afectos cercanos. Sabemos también que ganó varios premios; entre otros, el primer lugar –compartido- del Premio a Poesía en la 1ª Feria Nacional de Libros y Grabados en el año 1961; actividad fundante de lo que será luego la inauguración de todos los veranos: la Feria de Libros y Grabados, o “la Feria de Nancy”(que ocupa en mi memoria un lugar especial, casi el reino de lo maravilloso: jazmines, artesanías, canciones y libros –en aquel entonces, muchos –libros). Estos han sido los reinos de Solveig,la poeta: un estilo pleno de imágenes y símbolos, concebida entre clases particulares y tazas de té con leche; recitando una y otra vez,
REINO SIN FRONTERAS eco fugaz y cortejo de ángeles que piden paso por la sangre transparente. Allí los sueños del aire de las lluvias y el silencio Distancias que recomienzan y caminos que se alejan. Muerte del Toque de Queda donde se cumple una meta: La puerta que abres de pronto es el REINO SIN FRONTERAS. (De Reino furtivo,Ed. Botella Al Mar)
Lilian Toledo
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