Lety Elvir

Poesía

EL PUENTE

He tenido que morder piedras
morir un poco
dejar la soga para otro día
remar, remar
marchitar olas
hasta cruzar el Puente
sin que se partiera en dos.

ME GUSTA

Me gusta
dibujar culebras
arácnidos húmedos
desde tu cicatriz umbilical
hasta donde se pierde
la ley de la gravedad.

Me gusta
invitarme a comer
en tu desván de unicornios
relamerme los labios
hasta sentir el derrumbe
de tus dioses y demonios.

SHARAZAD

Vamos
sentite cómodo
quitate la camisa
y el desodorante
quienes lo inventaron
no saben de perfumes
ni esencias corporales.

Caminá hacia mí
te espero en el umbral de mi cama
enseñame a soltar la hebilla de tu faja
que mis manos pierden su torpeza
más abajo.

Vamos
mirate en mis ojos
escuchá la voz que sana
percibí azahar en mis pechos
fundí tu abrazo con el mío
mañana será otra noche
nueva fábula se posará en mi boca
te contaré
cómo fue rescatado
el laúd mágico.

FUEGO

Yo soy el fuego
que sube por tus pies
miradas que abren
penetran tu cremallera
sin avisar

Soy la que puede
encontrar tus ojos
tu pelo tus gestos
el cordón de tus zapatos
en medio de una misa papal

Soy el filtro de tu soledad
saliente sol en tus entrañas
remolino en tu simiente
adicta concubina de tu boca.

Soy la que dice mucho
-o poco
cuando te hablo
-o cuando callo
la que olvida
-o canta a la muerte
cabalgando tus caderas
la que grita indecente
el cantar de los placeres
aunque critiquen los vecinos
de al lado
-o de enfrente.

Yo soy el fuego
líquido acuoso, viscoso
que no podés dejar de beber
que no querés dejar de encender

AL CAER LA NOCHE

Al caer la noche
mi cabello envuelve
el cuerpo de mi amado
derramo mi perfume sobre sus pies
su cabeza, su boca
y el lunar de su espalda
y el me pide más.
Que nadie lo impida
que nadie se meta
ni siquiera la muerte
que aguarda por él.

A VECES

A veces
una -yo- sólo quiere
que alguien –vos- venga
pase su mano por mi cuello
pose su lengua fresca
-o de fuego-
en mi boca abierta
indecentemente mojada
que erecte mis puntos cardinales
-carnales-

A veces
una sólo quiere
besar tu cintura, tocar tus nalgas
en cualquier esquina ciega.
Sentirse viva
en medio de tanta bruma.

A veces
una sólo quiere
perderse en la noche de alguien
descongelarle el frío
enquistado en su pecho
levantarse la falda
gritarle muchas verdades.

IMPERFECTA DAMA

Él quería tener
mujer con día y noche
mañanitas de aderezo
domingos de pastel.
Una cocina blanca
paredes sin agenda
mujer de azúcar
ovejita de algodón.

Sabihonda en medidas
exacta al caminar
puntual en la cita
precisa en el acierto
perfecta en el orgasmo sin amor

Pero ella solía ser
metáfora al ajillo
ambigüedad al tiempo
agua entre las manos
punto de fuga en el retrato del despiste
sexo y amor
imperfecta dama
mujer entre perro y lobo.

DEBAJO DE UN MANZANO TE DESNUDÉ

I
Debajo de un manzano te desnudé
chupé tus pezones
y entre los vellos de tu pecho
mi lengua enredé.
Vi tu carne creciendo
como una amapola de roca firme
y dulce fue tu beso en mi beso
como la leche y miel
y tibio fue tu sudor sobre mi sudor
como vino puro. ¡Oh, mi Dios!
nunca apartés de mí este paraíso.

II
Al caer la noche
mi cabello envuelve
el cuerpo de mi amado
derramo mi perfume sobre sus pies
su cabeza, su boca
y el lunar de su espalda
y él me pide más.
Que nadie lo impida
que nadie se meta
ni siquiera la muerte
que aguarda por él.

III
Entré a la casa de mi amado
y sobre sus piernas me senté
sus manos cual hábiles palomas
desgranaron una a una las mazorcas
y juntos conocimos que las mejores tierras
tienen siempre al lado suyo
un río o las cicatrices de un volcán

IV
Acostada en mi lecho
mi amado me encontró
acarició mi rostro
mamó mis pechos, mi clítoris
y su lengua hablaba en ninguno
-y todos los idiomas
lamió mis entrañas
llenas de tierra y espinas
sangraron sus venas.
Ya sé que no es fácil amarme
-le dije.
Tampoco es fácil quererme a mí
-me respondió su voz
y la corona se quitó,
desató sus pies
y de nuevo me conoció.

V
Me acordé de vos, amado mío
y al bosque a buscarte corrí
me gusta el brillo de tus dientes
la pelambre de más en tu cuerpo
o el pelo de menos en tu frente
me gusta el hambre de tu boca
la fuerza de tus garras
y el olor de tu semen.
Por eso siempre vuelvo
a devorarte el corazón.

VI
Mi amado se ha ido
enferma de amor estoy
me acuerdo de sus amores
más que del vino
me acuerdo de sus sabores
más que del pan y el trigo.
Díganle que se devuelva pronto
que desnuda lo busco
por toda la ciudad

VII
Tus besos no vienen, amigo mío
y las orquídeas aún tienen tu nombre
apresúrate a volver
que otros besos podrían borrarlo
mas yo no quiero
aún llueve fuego sobre Bagdad.

Poemas escogidos de Lety Elvir y poemas del libro antológico: Voces de Mujeres en la
Literatura Centroamericana. Alcalá de Henares: UA , 2012.

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Lety Elvir

(Honduras, 1966). Candidata a Doctora en Letras y Artes en
América Central, UNA-CR.
Cofundadora del Taller literario “Casa Tomada”, 1993, y de la
Asociación Nacional de Escritoras en Honduras, ANDEH, 1997.
Docente de la UNAH. Libros: Luna que no cesa, 1998, (poesía);
Mujer entre perro y lobo, 2001, (poesía); también el libro de cuentos
Sublimes y perversos, 2005; Coautora de la antología: Voces de Mujeres
en la Literatura Centroamericana. Universidad de Alcalá de Henares,
España, 2012; Golpe y Pluma: Antología de poesía resistente escrita por
mujeres. 2009-2013. (Tegucigalpa: Siguanaba, 2013); Women´s Poems of
Protest and resistence. Honduras 2009-2014. (MACLAS/Casasola/Siguanaba,
USA: 2014). Ex Becaria Fulbright Scholar, 2006-2007.
Directora fundadora de la página cultural “Poesía Nómada”, inglés/español,
en EE.UU., donde se publicó poesía africana e hispanoamericana.
-Cofundadora y Vicepresidenta del PEN-Honduras 2014-2015.
-Actualmente reside en Los Países Bajos, invitada por el Fondo netherlandés para la literatura y por la Ciudad de Ámsterdam