Tres relámpagosJan De JagerTres relámpagos de Relámpagos vol. 2,
Al grano
El fulano dedicó diez años de su vida a escribir una vasta novela de compleja trama, novecientas páginas de intrigas y de personajes pintorescos, patéticos. No conforme con el resultado, dedicó otros diez años a pulir, abreviar: a quitar todo lo superfluo. Al final de todos sus esfuerzos, solo quedó la palabra “y”.
basado en una idea de Alejandro Jodorowsky
Transmutaciones
Domínguez, el surrealista canario, (el mismo que dejó tuerto a Victor Brauner) estaba en la llaga viva, y ya nadie de la colonia artística hispano-latina de París estaba ni en condiciones ni con ganas de seguir prestándole. Su último recurso: empeñaría o vendería el grueso anillo de oro viejo que había estado en su familia y en su dedo índice desde siempre. Picasso se compadeció de él y le pidió el anillo, que él se ocupaba, dijo. En esos tiempos Picasso estaba haciendo sus primeros experimentos en orfebrería y joyería. A la semana, Picasso le dio a Domínguez el idolillo arcaizante en el que había sido transmutado el oro de la sortija, y firmadito en la base:
Inmodesto pero realista, Picasso le dijo: “Ahora te van a dar bastante mejor precio.” “Justicia poética” dijo Domínguez. “Este oro proviene de los ídolos de dioses del Perú que fundimos los españoles, hace cuatrocientos años. Y ahora es un español el que le vuelve a insuflar la forma divina.”
Mono no awarepara Ítalo Tavares
I Fortaleza, Beira mar. Del lado de la avenida, todo es igual que ayer: Fortaleza a city where the beggars and Del lado de la avenida, y el soplador de burbujas, <pero detrás de esta aparente indiferencia, esta rutina, se trafica de todo> Fortaleza, permanente jet-lag: ciudad sin límites – sin límites de tiempo, de otros límites. II Pronto va a oscurecer, Del lado de la playa, el blanquirrojo de una granada abierta la espuma de mar, encaje el salmón cobre del anochecer ecuatorial cota de malla de mercurio, pink laterite y en ese preciso quiebre del tiempo y de la luz te veo llegar, desde el este con el último sol en los ojos mientras que todo el zafiro del cielo te rodea Jan de Jager Nació en Buenos Aires. Vivió y estudió en la Argentina y en los Países Bajos. Es licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires y ha realizado estudios de análisis del discurso y literatura neerlandesa en la Universidad de Amsterdam. |