Cuentos

Carmen Molinas Bonilla

Reencuentro esperado

Tan sublime la espera, se preparó a conciencia.
Un vestido acorde al reencuentro, las sandalias nuevas que parecían volar, un maquillaje suave pero sabio, su melena suelta como a él le gustaba, los pendientes que él le había regalado cuando ganó aquel premio. Como collar se colgó sus mejores recuerdos.
Ya era la hora, en cualquier momento sonaría el timbre, la mejor música que quería escuchar. Ella, una melómana total que, además tenía el privilegio de dedicarse a su pasión, la que desbordaba el piano para treparse a los oídos y luego al corazón de quienes la escuchaban, aplaudían calurosamente y le hacían llegar obsequios al camarín del teatro donde estuviera brindando un concierto.
Se había perfumado con la esencia que a él le apasionaba. Releyó por enésima vez la nota recibida:
“Amor, hoy a las 9 de la noche, te entregaré mi vida.
Perdóname por mis veleidades.
Siempre te quise y te querré”
Escuchó el timbre antes de que sonara, se acercó a la puerta con la velocidad de sus renacidas alas. Al abrirla, lo vio como siempre, bello, erguido, atrapador.
El contrabajo que él amaba más que a su vida, la miraba casi con ternura, exhibía un pequeño sobre, justo al final del encordado. Detrás, el hombre que lo sostenía, con voz algo impaciente, le dijo: —Señora, firme aquí como recibido— mientras le extendía un papel de remito y le entregaba el arco.
Ella cree que firmó, no está muy segura, no recuerda cómo hizo para entrar. Sabe sí, que hubo un instante, que se renueva permanentemente y en el que ha quedado atrapada. Cuando luego de leer lo que decía la nota, se deslizó hasta el suelo, abrazando lo que heredara de su hombre, su único y verdadero amor… su vida.

El Escape

Buscó un lugar donde esconderse, sabía que lo esperaban afuera pero... ¿si entraban? Era necesario que no lo viesen. ¿Cómo haría para ocultarse sin despertar inquietud en un restaurante de lujo como ése.

Lamentó haber elegido ese lugar en el centro del salón, tan visible por todos pero luego recordó que no era bueno ocupar un sector casi oculto ya que quienes lo perseguían, buscarían primero allí y por otra parte, son espacios pequeños, casi siempre arrinconados, desde donde no resulta fácil huir.

Felizmente, no sabía por qué, todos vestían de blanco, como él, pero no le importaba el motivo, lo bueno es que esto le facilitaba el mimetizarse con los otros, mejor dicho, con los demás, no le gustaba decirles los otros. Los otros para él, eran quienes lo perseguían.

Desde su lugar tenía un puesto de observación bastante bueno y no estaba lejos de los baños, lo que era importante, sabía que en uno de ellos había una ventana disimulada, que con las herramientas apropiadas era fácil de abrir, claro que él nunca tenía las herramientas apropiadas! pero, si fuera la única opción y aunque hiciera mucho ruido, la rompería para escapar.

Un escalofrío le impidió interrogarse sobre cómo sabía lo de los baños y la ventana, si nunca había estado antes en este restaurante; había reconocido a uno de “los otros” era el mozo que transportaba una bandeja con  algo que repartía ¿sería una promoción? A él no le interesaba que le regalaran nada, solo quería pasar inadvertido para poder huir.

Detrás del mozo, venía otro con el carrito de los postres ¡ Dios, era uno de los nuevos que se había integrado a los otros!

Ahora estaba seguro de que lo atraparían, algo debía hacer, en principio, pensar, razonar... pero cómo, si esos hombres se acercaban cada vez más, pronto lo descubrirían

Arrojó disimuladamente la servilleta y se agachó como para recogerla, logró meterse debajo de la mesa, por fortuna ésta era amplia y el mantel llegaba hasta casi tocar el suelo. Ahora, más protegido pensaría la forma de salir de allí.

El enfermero que iba repartiendo los vasitos con las medicinas de cada interno, se volvió hacia su acompañante que llevaba el carrito de reposición y le dijo: - “Al N° 18, hoy no le daremos comprimidos, será necesaria una inyección y te advierto que en este comedor se armará un poco de revuelo pero no demasiado, ya estamos acostumbrados a que el 18 se crea en un restaurante al que escapó y allá está, delirando bajo la mesa”.

 


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Carmen Isabel Molinas Bonilla

Maestra, Psicopedagoga, Especializada en Educ. Inicial. Maestra de Escuelas públicas y privadas de Salto y de Montevideo. Profesora en: Liceo Piloto, Liceo Nocturno, Colegio Inmaculada Concepción, Colegio Salesianos e Instituto Normal de Salto. Profesora de la Lic. en Educación. UCUDAL. Mdeo. Coordinadora del Sector Inicial del Colegio Misericordista. Mdeo. Fundadora y Directora general de Jardín de Infantes “Les Petits” y de “Pocitos Day School” Mdeo. Uruguay. Investigadora psicopedagógica. Disertante en Congresos y Eventos Internacionales de Educación, Psicopedagogía y temas relacionados. Participación en programas de Radio y TV Columna Semanal con Jorge Traverso, Blanca Rodríguez, Ligia Almitrán, Sergio Sacomani y Magela Prego. Coordinadora de Talleres de Vincularidad , Calidad Educativa y Creatividad. Evaluadora, Instructora, redactora de Estudio de Casos y jueza del Comité Nacional de Calidad (Actual INACAL)

Escritora de artículos especializados en prensa escrita. Escritora y poetisa, participante en Congresos, Recitales y Encuentros Literarios, así como también en Ferias del Libro de Maldonado y San José. Coordinadora de Talleres de Creatividad en el 1er. y 2do. Congreso de Literatura realizado en octubre del 2012 y 2013 en Punta del Este, Maldonado, Uruguay. Presentadora de Libros en el Congreso 2013 y en la Casa de la Cultura de Maldonado, Uruguay.

Editados: Estudio de Casos para el Comité Nal. De Calidad. Regazo. Revista Educativa Artículos en Revista Mis Quince. Arre Molina Dos. Antologías: Poetas y Narradores de las Dos Orillas 2011. “Escritores de América celebran el Bicentenario”: participación con cuatro poemas. “Letras Americanas” 2012– Cuentos y Poemas- Antología Aniversario de Botella al Mar: participación con cinco poemas y cinco cuentos cortos. “Antología Infantil” 2012- Poemas y Cuentos: participación con un cuento largo. “Letras Americanas”2013– Cuentos y Poemas – Antología Botella al Mar. Volumen II: participación con cinco poemas, dos cuentos para adultos y dos cuentos infantiles Premio a la Labor Docente 2013 otorgado por FRIEM (Federación Residentes del Interior en Montevideo) a propuesta de Casa de Salto, entregado en la Casa de Residentes de Flores en el Homenaje al Día del Maestro.