La insaciable avidéz de la burguesíaJuan C. Tajes“Si hay una clase que conoco y repudio es la clase media, a la que pertenezco, Nací en un hogar de clase media, burguesa, liberal, progresista. Mis padre se cosideraban modernos en comparación con el resto de los parientes que eran obsesiva y ostensiblmente conservadores. El contacto con el arte y la cultura nos situaba en una posición de descastados, si bien en las dieferentes ramas familiares, tanto entre lo antepasados como en las otras generaciones, siempre hubieron y hay quienes se dedican a actividades creativas. Lo que nos igualaba era la capacidad adquisitiva o consumista. Otras actitudes eran el rechazo al trabajo manual: no es lo mismo reparar una motocicleta que ser un mecánico. Lo primero es una habilidad manual, lo segundo es rendir un servicio. Y en eso radica la diferencia social. Tener acceso a lo que otrora estaba reservado a las clases pudientes era una virtud ampliamente consentida. Lo contrario, descender a una situación proletarizada y de dependencia social, era un pecado casi imperdonable. Con el tiempo y los cambios político-sociales, las cosas cambiaron: una formación intelectual sólida, un buen estudio y los contactos adecuados ya no garantizaban la continuidad de los privilegios sociales. Ante las emergencias político-sociales el conceto mismo de “pueblo” cambia. Todos somos el pueblo, pero algunos lo son en sentido peyorativo y otros los osn en el momento de exigir prerrogativas iguales para “todos”, o ese todos excluya a muchos. Hay quienes optuvieron pingües ganancias y beneficios, que luego vieron mermados y hay quienes supieron aparentar muy bien que los tenían y siguieron adelante en su carrera hacia.... hacia adonde los llevara el descaro, ya que los ideales se habían abolido. Eso significaba que cada uno debía interpretar la honradéz según su criterio personal. Por eso no puedo resistirme a repasar algunas nociones de lo que, por conciencia de clase, tuve la opotunidad de observar y de verificar. Siempre que se me conceda que, cómo la honradéz, la verdad es también interpretativa. PropuestaLa clase media se regodea consigo misma, desprecia a los que están en un nivel más bajo que ellos, y envidia y desconfía de los que están por encima de ellos. Los de abajo no son necesariamente obreros o pobres, pero son todos los que dependen socialemnet de ellos. Los de arriba no son solamente los ricos o poderosos, pero son os que de alguna manera tienen o demuestran un estatus superior, ya sea en el aspecto material, social o intelectual. Socialmente un pobre puede, por un golpe de fortuna o por méritos propios, acceder a las cases altas, asi como un rico puede, por una mala gestión o un revés, perder sus caudales. Pero de la clase media no se puede salir, pues es una mentalidad determinada. Aunque adquieran poder adquisitivo o se arruinen hasta la miseria, siempe seguirán siendo clase media. Es más: la clase media no perdonan a quienes sobresalen, despuntan o destacan, o a los que se hunden. Todo permanece en el medio, que es gris, viscoso y mediocre. Se somete al más fuere, pero es capá de traicionar a los suyos, si las circustancias l exigen. Inlusieve iventan categorias aproximativas y absurdas, como “la clase media alta” o “la clase media baja”o “la clase media, media”, con o cual celebran el culto a la diosa “Apariencia”. Se aparenta ser pudiente para no parecer menesteroso; se asiste a actos aparetemente culturales para no parecer ignorantes, consumen productos que aparentan ser de calidad para disumular o desconocer su vulgaridad. A falta de autenticidad adoptan el esnobismo, a falta de pensamientos originales carecen de oinion propia y recurren a rases huecas y al lugar común. Es una clae endógama y estimula la competencia en forma de confrontaciones personaes, para hacer valer sus celos y su envidia. Gustos y gastosPudientes, ma non troppo, se alimentan de exóticas pietanzas e incomprensibles definiciones gasronómicas. Una apoximación indeseada, una vulgar manipulación de las papilas, y a todos debe parecerles sabroso o,por lo menos, exótico. Esa manera de comer es significatica y, de acuerdo a F. Nietzce, representativa: “De qué?. Da la clase?. No, el dinero: la clase ya no existe.” La comida como signo exterior de riqueza.* La riqueza adjudica poder. Ya no se cocina para alimentarse, pero para elevarse a alturas culinarias. Del comer a la gastronomía hay una diferencia netamente elitista. Finalmente todo se resuleve en excrementos iguamente fétidos y humanos. LenguajeEn el lenguaje de la burguesía se denotan metáforas de clase de valor simbólico: uñas de carbonero, insultar como un carretero, manos de obrero, parecerse a una sirvienta, trabajar como un negro o como un enano, tener paciencia china, ser avaro como un judío, usar un lenguaje barriobajero. Todas comparaciones denigrantes. Carbonero, carretero, albañíl, sirvienta son oficios serviles, por lo tanto despreciables. Negro, enano, chino, judío, barriobajero es ser diferente por lo cual, si no despreciable, es por lo menos sospechoso. Sin embargo la burguesía se solaza prolatarizando su lenguaje en ocasiones privadas. Como válvula de escape a sentimientos paternalistas. Expresándose mal, apropiándose del “lenguaje popular”, descalifican los problemas ajenos y adquieren un barníz de normalidad. Pero eso es también parte del juego de las apariencias. En ocasiones se arrogan el derecho de expresarse mal, pero en sus ceremonias oficiales llegan a casos extremos de solemnidad. Y es en esa solemnidad representada en la que se les nota el envaramiento y la inflexibilidad. Se toman tan en serio a si mismos que pierden la gracia yel humor. Lo que ellos llaman humor es ironía y sarcasmo, se nutre de víctimas, se personaliza, se esaña. Es corrosivo y sirve para castigar defectos, sin corregirlos. Contrariamente, hablar como un doctor, actuar como un magnate, ser diplomático, quedar como un duque, tratar como una pricesa, ser el príncipe de los sueños, tener porte de reina, ser la reina de la cocina, vivir a cuerpo de rey son todas comparaciones loables: doctor, magnate, diplomático, duque, princesa, príncipe, reina, rey representan aspiraciones superiores. La burguesía es meritoria. A ella se accede o por orígen o por valores adquiridos. Pero siempre por complicidad y connivencia. Como hijo de obreros o de campesinos se puede tener acceso a estudios superiores y universitarios, a enriquecerse en el comercio o en la industria, a ser diplomados o titulados. A cambio de eso, una vez ascendido en la escala social, es de buen tino relativizar, olvidar y renegar de su orígen. Al menos no hacerlo público, mantenerlo en la entrada de servicio. A veces lo rememoran con lejana nostalgia. Lo demás es desprecio. RitosEl culto de la diosa Apariencia exige rituales obligatorios. Acudir a citas putuales para figurar, hacerse ver en lugares precisos, casi como templos, donde se da cita la case a la que se repesenta. Practican el “quedar bien” , rito de acción de graias de tú a tú, por el cual se puede “quedar bien”sin realmente serlo. Es más facil decir “gracias”que ser realmente agradecido demostrándolo, donde la palara se transforma en verbo, y e verbo es acción. UsosJuzga sobretodo por el aspecto. Si parece pobre, es pobre; si parece rico, se “supone” que es rico, o al menos intenta parecerlo. Al juzgar por las apariencias establecen códigos que los favorecen solamente a ellos. Una de sus especialidades es la “propina” como remuneración a un favor recibido sin ser merecido o para prevenir un favor futuro o una atención privilegiada. Es como un soborno, pero a menor escala. Un beneficio a cambio de un sur plus económico o de un regalito. Asi se estabelecen diferencias que favorecen a quienes pueden permitírselo y desavorecen a quienes no están en condiciones de dar. hay quienes hacen sacrificios económicos personales para hacerlo, con la escandalosa consecuencia de que quién paga, da siempre una infima parte de lo que posee, con un ademán de dádiva, de concesión, de genrosida fingida e interesada. Porque el destinatario de esa propina está, generalmente, en inferioridad, es degradado a un estado de serviismo. De esa manera se les acostumbra a recibir extras por otorgar servicios que generan prestigio. El prestigio social está basado en el respeto que promueva la opinion pública. A eso le siguen el amiguismo, el favoritismo y el clientelismo. Pilares en los que sustenta una la burguesía, dispuesta a comprarlo todo para aparentar ser más y mejor que otros. ConclusiónAdolescen de parasitismo cultural e intelectual que los hace siempre depender de la opinión ajena para manifestar sus propias opiniones aparentes. Desde el “qué dirán, qué no dirán” hasta el “se dice y se comenta”. Burguesía egoista y autocomplaciente que celebra sus ritos sociales de espalda a otras realidades, adjudicándose derechos que les niegan a los que no pertenecen a su entorno. Ya no hablamos de clase. La clase dejó de existir hace rato, y no se dieron cuenta. Como tampoco se dan cuenta de la necesidad de comenzar a cambiar de actitud. *Michel Onfray “El vientre de los filósofos.”
Juan C. Tajes Nació en Montevideo, Uruguay en 1946 Recitales y conferencias en español: |