Miroslav Scheuba


Tercera Edad

Para Amsterdam SUR, en su vigésimo año.



Mucamo

El mes pasado me contraté para limpiar mi casa tres veces por semana. Me tuve que despedir y sacar la alfombra donde escondía la mugre.



Medias verdes oscuras

Ayer me puse medias negras porque no encontré las verdes oscuras. Hoy volví a buscarlas y me he puesto las mismas medias negras; me cansé de buscar las otras. ¡Las encontré! son las que tengo puesta y las que usé ayer.



  Llevar de todo

Es bueno que los hijos vuelvan a invitarte a la quinta

-Abuelo, comiste sólo ensaladas, puré y nada de asado.

- Esta vuelta traje de todo… ¡menos los dientes!



Decisión

Hoy, me miré en el espejo con los anteojos: vi la cara de mi padre cuando se enojaba.  De ahora en adelante, o saco los espejos o sólo me pongo los lentes para salir.



Espejos infames

Para que las paredes de mi casa no me vean tan decrépito, he tomado la precaución de quitar todos los infames espejos. Ahora y en el baño, me afeito y me peino de memoria.



Tercera Edad a la Mexicana

Los aztecas somos de cumplir las tradiciones. Somos familia y la buena educación y el respeto son valores inquebrantables. Mis hijos son y serán buenos mexicanos; además, no sólo van heredar esta finca, sino otros bienes y nuestros hijos y nietos tampoco van a vivir del Estado. Por lo tanto, cuando quien suscribe pase los noventa y empiece a exagerar con los almanaques, ellos van a cumplir, así como nosotros lo hicimos a tiempo con nuestro padre. Todo padre añoso y gastado molesta más de la cuenta. Entonces, ellos ya saben lo que tienen que hacer; tienen buenos guitarrones, violines, trompetas, pistolas, balas y suficiente tequila.




Miroslav Scheuba

Es un perfecto desconocido o casi. Sin embargo, como poeta, cocinó arroz con leche para Borges; y como cocinero, redactó, con conocimiento de causa, el breve y fugaz ensayo “Victoria Ocampo, SUR, paredón y después”. Scheuba, en el lustro 2000-2005, con ambos oficios, trabajó para una elegante y mafiosa librería anticuaria de Buenos Aires con sucursal en Verona: Imago Mundi. En ella, pudo organizar las cenas literarias más espléndidas de las que se tiene noticia en la calle Arroyo al 900. Sin ir más lejos, Ivonne Bordelois por esos años, le escribió el prólogo a Los poemas del cocinero, libro que corregido y aumentado, tomó el título de Poemas y Manjares (odas, poemas y recetas). Otras publicaciones de Miroslav son Las otras llaves del reino, (microficciones como estas: ELLA - Regresó por unos instantes al Paraíso porque se había olvidado de guardar algo en su cartera: un perfume de manzanas rojas.-) y Abecedario Fabuloso (fábulas y microfábulas).