Locos por la escritura

Juan C. Tajes

 

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Afirman los que saben, que la palabra tiene entre 50.000 y 100.000 años, y la escritura unos 30.000 años. En el principio eran marcas, signos. Mensajes que complementaban la palabra hablada. Para recordar lugares, símbolos. Para no olvidar. Más tarde fue el grafismo, para perpetuar unidades, pesos, medidas, leyes, distancias.. Con el tiempo designaron objetos e individuos. Tal vez, anteriormente, el sincretismo del ritmo y el balanceo del cuerpo, los melismas producidos por la voz, originó la danza y el canto. Y tal vez, como consecuencia, la poesía fue una construcción simbólica de la emoción, transportada a algo parecido a la palabra. Y se hizo síntesis de la emoción, fue la palabra reproducida en signos. Se describieron o se inventaron hechos memorables, comunes al grupo social. El poder comunica con la escritura por medio del sujeto-escriba-escritor. El grafismo pierde su objetividad y transforma e interpreta los datos de acuerdo a su interés prioritario. Posiblemente ése es el comienzo de lo que hoy llamamos historia y literatura. Al perfeccionarse las estructuras, comenzó a limitarse la libertad del escriba, esa libertad de expresión a la que hoy en día tanto valoramos y a la que tanto nos aferramos. ¿Pero qué pasa cuando los márgenes, los límites de la libertad se restringen?. ¿Los mensajes escritos en cautiverio, son menos libres que los escritos en la tan preciada, ansiada libertad?.

 

Espero a Lilián Toledo en la puerta del Hospital Vilardebó, en Montevideo. (El manicomio, como es conocido en lengua franca.) Es poeta, “psicóloga social (formación aún en discusión para la academia, pero con más de 25 años de trabajo) y mujer que escribe por pura necesidad de decir.” (sic) Ella imparte los talleres de escritura a los internados. Tienen su programa de radio los sábados de mañana. Me van a entrevistar para hablar de poesía. En lenguaje popular, cuando se sugiere que alguien va a Millán 2515, (la dirección del hospital) quiere decir que le falta un tornillo, que es un loco suelto. Atravesamos las rejas, muestra de refinada herrería artística; pasamos controles de seguridad; Lilián entró primero, yo tenía que esperar a mi guía. Antes de pasar al recinto donde se encuentran los reclusos, más bien exclusos, mientras fotografiaba la vetusta iglesia y a unos hombres sentados al sol, mate y cigarrillos, una voz me advierte que está terminantemente prohibido fotografiar a los pacientes. Los tres hombres, en nada diferentes a mí, salvo en lo exterior, eran realmente pacientes (en el sentido de enfermos padecientes y de personas que esperaban pacientemente algo). El dueño de la voz era más sospechoso que los otros. A modo de excusa dije

 

-Perdón, yo creía que los pacientes eran ustedes. 

 

Me salvó mi guía, María Eugenia, una de las coordinadoras del proyecto, aclaró el malentendido: vengo del extranjero.

 

-Tené cuidado con tus palabras- me previno.

 

Detrás de otro cordón de seguridad hay un espacio abierto, con jardines. Allí si podía fotografiar y decir libremente lo que pensaba. En esa sección funciona un espacio de creación colectiva, talleres de expresión, artes plásticas, poesía, taller funcional al proyecto de comunicación participativa, y una estación de radio, producto de una asociación civil, que transmite en vivo desde un salón de actos que hace las veces de fono platea. Los colaboradores son estudiantes de psicología, voluntarios, que coordinan esta iniciativa, nacida a partir de un internado que comenzó a grabar mensajes en su teléfono móvil, y a enviárselos a otros internados. La necesidad imperiosa de manifestarse y de compartir. De eso hace ya 15 años.

 

Radio Vilardevoz -95.1 FM- emite programas creados y presentados por locos. Utilizo la palabra tal como ellos se autodefinen: locos. Con todo el espanto, el tabú y el prejuicio que provoca la locura. Aquí son realidad poetas y locos. ¿Cuántas veces no se apela a la locura de escribir?. Nunca tan a propósito como en este caso. Para hacernos una idea de esa realidad, hay que adentrarse en la psiquiatría social y solidaria, y atrevernos a visualizar otros tipos de asistencia. Si los locos son marginados por su locura, en la vida son tres veces marginados: en lo social, en lo económico y en lo humano. Y sin embargo, en la obscuridad mental, brilla la luz de la creación. Allí la poesía nace, libre de prejuicios literarios, alcanza niveles inimaginables en el mundo de las luces, de la inteligencia y de la razón, el mundo de la normalidad. La finalidad de ese proyecto es la desmanicomionalisación de la locura: que se pueda también vivir fuera de los manicomios y convivir con las diferentes formas de enajenaciones sociales existentes, tales como la ambición de lucro, de poder, de control, el ansia desenfrenada de protagonismo social, la obsesión con el suceso, las aberraciones de la perfección estética y las fantasías sexuales incontroladas. Apenas algunos ejemplos de las enajenaciones colectivas socialmente aceptadas y estimuladas.

 

Acompañado a los entrevistadores están Cecilia Baroni, psicóloga y junto con Andrés Jiménez, fundadora de esta aventura. La entrevista dura aproximadamente dos horas. Los entrevistadores tienen sus preguntas preparadas. En mi vida profesional por lo general me formulan preguntas tediosas y esperan respuestas previsibles, en nombre de la tan codiciada y adulada “cuota de audiencia”, el respetable público. En Vilardevoz cuenta la experiencia personal. Esperaban de mi respuestas a sus propias dudas, a su curiosidad. ¿Cómo se hace uno escritor, qué es ser un poeta que viene del mundo llamado normal?. Y yo me cuestionaba cuán normal es mi mundo.

 

La fono platea, una habitación multifuncional: una mesa sobre un estrado, micrófonos, equipos de transmisión, antenas, cables. Paredes de color verdoso (el verde calma los nervios). Afiches de manufacturación casera, anuncios, proclamas solidarias. Sillas. Los escuchas entran y salen a su antojo, siguiendo o no los diferentes temas del programa. 

 

En el patio interior, los internos se preparan para manifestar sobre el derecho a la diversidad social, sexual, de género, más uno: el derecho a la locura.

 

En la fono platea hay quienes esperan el momento del micrófono abierto para expresar su opinión sobre los mismos temas. Se habla abiertamente de elección sexual, de aceptación, de integración. Una ex paciente visita el programa para cantar una canción, otros aprovechan la ocasión para saludar a su familia y, sobre todo, hacen uso de la palabra los poetas que participan en el taller de poesía. Es sorprendente la capacidad de síntesis, la introspección honesta, el lirismo no forzado. Un poeta balbucea una poesía, casi ininteligible, su articulación afectada por la medicación. El presentador del programa se ofrece para releer su trabajo, y resulta que detrás de esos balbuceos hay hermosas y sencillas imágenes poéticas. Durante los talleres realizan también pequeños libros hechos a mano, únicos ejemplares. Otra participantes explica ante el micrófono los dibujos de su cuaderno. ¿Qué artista plástico intenta verbalizar el origen de sus imágenes?. Ella sí. Un poeta exclama:

 

¡Yo soy el loco de la escritura!.

 

Y nos lee poesías dedicadas a su amor, sin sentimentalismo, con esperanza, esperanza de futuro; un canto de amor nacido de los entretelones del horror. Expresiones de la sinrazón. Y así van pasando miradas ausentes, miradas presentes, voces que se plasman en mensajes certeros.

 

Uno de los presentadores es ciego, pide permiso para acariciar mi rostro, para acariciar mi mano. Su tacto le dice que soy bueno. No puedo responder. La voz se quiebra. ¿Decirle que no soy bueno?.

 

La pregunta del millón: mi relación con la locura.

 

Certera, impropia. Digo lo que nunca dije, de mi abuelo demente, sifilítico, atado a la cama del Hospital Militar. Mi madre, que saciaba con tranquilizantes sus frustraciones. Mi primo, suicida. Mis experiencias depresivas, al borde del abismo. Tantos amigos suicidados, ejecutados, enajenados. Oigo palabras que fluyen de una garganta que no es la mía, como si un otro yo hablara desde una profundidad desconocida. Preguntan por qué escribo, y por primera vez me pregunto por qué escribo. Llega un mensaje telefónico, de un oyente que me buscó en internet y me felicita por la interpretación del tango Malena. Nadie, nunca, un desconocido que me hizo saber que le gustaba. Y enseguida me preguntan, además, qué pienso de la locura. Respondo, no sé qué respondo, pero me advierten:

 

Tené cuidado, cuando salgas, que no te dejen adentro.

 

Nos despedimos, con la sinceridad de los que saben que compartimos un momento único, irrepetible.

 

Otra vez en la reja, Lilián Toledo se va para un lado y yo para el otro. Nos miramos en la distancia, intercambiamos esbozos de sonrisas. Bajo el sol frío, en la calle vacía, me costó olvidarme de mi mismo, quién era, quién soy. En el autobús reconozco a uno de ellos, de los otros, de lo que queda de nosotros. Me saludó, me apretó suavemente la mano, me dio las gracias. ¿De qué, por qué?. Nos bajamos en la misma parada. Me dijo que tenía que volver al refugio donde vivía, pero otro enajenado lo estaba esperando y juntos se confundieron entre el gentío. Lo vi que se alejaba, con su sonrisa a cuestas. Y yo seguí conmigo a cuestas, silente, cavilando una nueva y desconocida incertidumbre.

 

¿Los que inventaron la escritura, hace 30.000 años, tenían un grafismo para representar la locura?

 

www.vilardevoz.org

 

 

 

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Juan C. Tajes
Nació en Montevideo, Uruguay en 1946
Literatura:
1962-2009
A partir de 1962:
Charlas en diferentes círculos literarios en  Montevideo y en el interior del pais.
Participa en la fundación del Grupo Intelectual Vanguardia que auna a los poetas de la generación del 62.
Gira poética por diferentes ciudades del litoral Uruguayo
Salón del Poema Ilustrado en la Feria del Libro y el Grabado 1962 – 1963 – 1964 
Obra editada
1963- Canto Al Hombre – poesía- Montevideo- Uruguay
1964- Cristos de arcilla- poesía- Montevideo-Uruguay
1965- Esquina  Cero –antología poética- La Plata- Argentina
1971- La Otra Guerra - cuento – Mención Especial concurso El Popular – Montevdeo – Uruguay
1996 Tantango- Poesía- Amsterdam – Holanda
1997 Tantango – Poesía- Revista-Libro de la Academia Nacional del Tango -Buenos Aires- Argentina
2009 -  Mama ik wil een vriendje -  poesía - ( edición colectiva en “Het beste van Poëzie in het Park” - Amsterdam
Obra traducida al Holandés:
1983- Amicitia 83 – Teatro- Editorial De Woelrat- Amsterdam-Holanda
1995- Soneto a tu ciudad – Poesía- Revista Amsterdam Sur- Amsterdam - Holanda
1996-Tantango-Poesía-Amsterdam - Holanda
1997- La Otra Guerra- cuento - Revista Amsterdam Sur – Amsterdam – Holanda
1998- Tres    Sonetos - poesía-Revista De Tweede Ronde – Amsterdam – Holanda
2008- Poesía 
2009- El crímen – cuento
Lectura de Poesía:
2001 –Foire de la Poesie – Paris – France
2002Poëzie  en Tango – Dordrecht-Holanda  
2008Poëzie in het park – Amsterdam
2009Poëzie in het park – Amsterdam

Recitales y conferencias en español:
Guillén  y otros Afroamericanos (recital)
Amor Sagrado y Profano ( recital)
Elogio de la lengua Espanyola (recital)
El tango en la literatura (recital)
Borges y el Tango (recital)
La máscara en la Commedia dell’Arte (conferencia)
El Actor detrás de la máscara (conferencia)
El Tango en el teatro Rioplatense (conferencia)
Mitificación de la ciudad en la poesía y las letras de tango (conferencia)
Jorge Enrique Adoum o el teatro de la subversión -2008

http://www.juantajes.com/