Relatos

Oscar Biazzi Rodríguez

 

 

Ultima llamada

 

El escritor sabía que no era bueno comenzar un relato teniendo sólo el título, pero sólo eso era lo que tenía en mente cuando se sentó a escribir, el título “ultima llamada”, ¿qué podría hacer con tal título? Por empezar lo más significativo era esa palabra, llamada, se llama a alguien concreto con una dirección precisa, pero una llamada se hace en general, como a los pasajeros para que suban a un vehículo, a los que no se conoce y se los cita a una hora porque todo lo que se sabe de ellos es a donde quieren ir, además ser la última le daba un carácter amenazador a la llamada, después de esa no habría más; entonces se dio cuenta que lo que iba a escribir estaba dirigido a aquellos a quienes no conocía, y que otros podrían ser sino sus lectores, porque un escritor está siempre llamando a los lectores, solo que esta vez era la última vez y no es que tuviera un título sin relato, es que el título era el relato, era todo lo que quería escribir, así que se sentó y escribió las dos palabras “Última Llamada”, y a renglón seguido escribió la palabra definitiva “Fin”, y  el relato y el escritor murieron en esa línea, porque nunca más torno a escribir otra.

 

 

 

Creer o no creer

 

El imán bramó “¿Quién sabe más?, ¿Dios  o tú?".  El discípulo bajó la cabeza avergonzado. Yo me hubiese atrevido a responder: "Dios. Sin duda sabe más cosas que yo, el problema es que Él no me las dijo a mí, al parecer te las dijo a ti, por lo tanto debo creerte a ti y no a Él". Cuando Copérnico nos hizo comprender que era la tierra la que giraba en torno al sol, también desbarató la idea de que tras la cúpula celeste estaba el Ser que nos creó, y que nos vigila para premiar o castigar nuestro paso por la vida. Sin embargo gran parte de la humanidad, y de los gobiernos, siguen aferrados fuertemente a esa fantasía. Es necesario una nueva teoría que remueva nuestro conocimiento, yo adhiero a la interpretación poética de que somos los personajes de una drama que un Autor está escribiendo para su propio solaz y esparcimiento.

 

 


Micro escena LA ULTIMA NOCHE

 

 (El condenado a muerte al ver la figura del sacerdote tras la reja,  grita)

REO: Váyase Padre! No voy a confesarme ¡Soy inocente!

CURA: Ya lo sé, hijo… soy yo el que va a confesarse, yo maté a tu mujer…

REO: ¿Qué¿ ¿Cómo? ¿Por qué no lo dijo en el Juicio?

CURA: ¿Quién me iba a creer? Pensaría que lo hacía por piedad… además todas las pruebas te condenaban, la encontraron en tu cama,  con tu cuchillo…

REO: Y…¿por qué lo hizo?

CURA: Fue en defensa propia… fui a decirle  que había contratado a una muchacha… que no era necesario ya que fuese a limpiar la parroquia …se puso como loca….

REO: Pero, ¿por qué…?

CURA: Éramos amantes desde hace varios años, ¿lo sabías?

REO: No, no tenía ni la menor idea…

CURA: Claro, por supuesto, y ¿qué hubieses hecho de haberlo sabido?

REO. ¡La hubiese matado!

CURA. Y seguramente con tu cuchillo de caza… ves, te ahorré el trabajo. Espero que mi confesión te sirva de consuelo en esta tu última noche.

 

Oscar Biazzi Rodríguez, Córdoba, Argentina