Mi póldercito sembrado de tuits (4)Ricardo Bada
Clara Eggink, “Gandul”: Quizás a algún vigor mío en barbecho le apetezca un día obligarme a una tarea titánica y por nadie reclamada.
En neerlandés es normal hablar usando muchos diminutivos, pero si uno dice “rascacielitos” te van a mirar raro.
Humor negro holandés: –Para las cenizas de su esposo, ¿una urna de cerámica o de vidrio? –De vidrio, siempre se sentaba junto a la ventana.
Érase una vez que a causa de un naufragio llegaron a una isla desierta personas de distintas nacionalidades, y al cabo de un mes... ...el holandés desecó la laguna para ganarles tierras a las aguas, y la holandesa plantó aquel pólder con bulbos de tulipanes.
En las casas de la Holanda fropunda se entra por la puerta trasera. La principal existe por si acaso alguna vez los visita la reina.
El viejo refrán holandés «No puede prohibirse el viento pero pueden construirse molinos» no es respuesta a un reto, sino resignación.
La Guerra de los Ochenta Años (1568-1648), entre España y Holanda, la reanudamos mi esposa neerlandesa y yo el 2.7.1965; y sigue.
Hablando de Austria [en neerlandés Oostenrijk=el Imperio del Este], mi suegro siempre pronunciaba Oostentrick [± la trampa del Este].
Por imperativo categórico [y onomástico], en los Países Bajos los instintos también lo son.
En Ámsterdam la comisaría de policía # 14 está en el primer piso de una casa cuyo piso bajo es el restaurante THE BULLDOG.
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