Daniel Abelenda Bonnet
“Es mejor viajar con esperanza que llegar”. (Graffiti en Cleveland, Ohio, ca. 1989)
INFIERNO GRANDE “You can´t go back home”. Bob Dylan.
Con un sol amarillo de trigales, Pastaban bestias, pasaban gentes, Bajo el yugo de los trabajos y los días -antiguo ritual de las estaciones- Pueblo chico, vidas secas…
Pero había una música nueva Llamándote a andar caminos Y partiste con poco equipaje (unos poemas en un cuaderno liceal) Pues la vida estaba en otra parte.
CUARENTA Y PICO Hay un tiempo impetuoso Para desafiar la muerte (a los dioses o al destino) Para hacer que las cosas sucedan Y el mundo se acomode a nuestra caprichosa manera.
Mas luego viene otro tiempo Para dejar simplemente Que las cosas se sucedan Unas a otras lentamente Como la noche sigue al día Y la luz a la oscuridad.
UN VERANO CON VIVIANA (Pinamar, 1988) A V.C.
Todo en nosotros Fue fugaz milagro Un choque de planetas Bajo un cielo de estío Contando estrellas cómplices
Y el mar borrando Huellas en la arena Aquel exceso de luz Fue un anticipo de Nuestra invencible Inmortalidad de 20 años.
ARTÍCULO DE FE
No escribes para existir Existes porque escribes; Pues nada ocurre Hasta que no lo escribes.
DIARIO DE VIAJE (Cleveland, 1989) “Life is a one-way ticket”. L. Hughes.
Los trenes saliendo de Terminal Tower Hieren la llanura blanca y helada Del Midwest Sentado en el andén intento Una carta improbable a Una dirección demasiado Al Sur… El tren toma velocidad La ciudad va quedando atrás Tras la ventanilla pasa Todo mi pasado. Pero yo sigo viajando: Es mejor viajar con esperanza Que llegar.
TOMORROW (a Luis A. Carro) Escribe ahora, amigo, Escribe hoy mismo Cada palabra tuya, Cada palabra nuestra Bien podría ser la última Pues “mañana nunca llega”.
BRASILIA (a Roberto Bianchi)
Tienes que partir Hacia lo que no es Para que sea Tienes que soñar Lo que no existe Para que exista Como gritar en el desierto O levantar una ciudad En medio de la nada.
(Lo imposible sólo lleva un poco más de tiempo).
CÍRCULOS
“…sólo que ahora / el tiempo vuelve a nosotros / en un círculo / que comienza a cerrarse. Charles Bukowski (“Suerte”).
Mienten relojes y almanaques: el tiempo no discurre lineal: La vida gira circular Espirales invisibles de pasos o palabras que abrimos o cerramos -acaso sin darnos cuenta. Eso es todo compañeros Y tendremos suerte Si podemos sentirnos Dolorosamente vivos.
MEGALÓPOLIS
Enero derrite las torres Que parecen de goma Adentro la gente se muere De desesperación y angustia Por no saber rezar Y frente a escaparates luminosos Adora a un dios de neón El cemento obtura las voces: ¿quién recordará tu nombre? ¿quién escuchará tu historia en la multitud solitaria?
CAMBIO DE AIRE
Este poema, botella al mar, no podrá, lo sabemos, alterar nuestras vidas: dos cursos inciertos navegando en un mar agitado.
Este poema, acaso, sólo pueda cambiar el aire a tu alrededor, darle sentido a tu sonrisa -cuando cueste ya sonreír- y el mundo empiece a perder su magia.
POEMA DE OTOÑO
“Engañando al infierno / con la obviedad humana.” W.H. Auden.
Bajo un tibio sol camino Lentamente ya sin prisa No voy a ningún sitio y Esta plaza es mi horizonte
Hoy me basta con respirar El aire de un tarde de Abril El pasado se ha esfumado -lo que no fue ya no será-
Crujen las hojas amarillentas ¡vaya si es extraño vivir así! Engañando a la muerte Con pequeños pasos de hombre Huyendo siempre hacia adelante.
BLOWING IN THE WIND
Creer en un Dios que calla Escuchar la música De las pobres palabras Que no pueden decir más, Que nunca alcanzan Pero soplan en el viento Y así sentirnos -como entonces- Más ligeros de equipaje Y hasta un poco Más eternos…
DOMINGO BAJO EL PARRAL
Tarde, tedio, tregua… Todo ha terminado y Todo habrá de comenzar - Sísifos modernos tras la quimera del éxito-. Será lunes otra vez Beber otro café La misma camisa Los mismos pantalones Y seguir laburando Para esquivar apenas La puñalada de Otro domingo taimado.
35º LATITUD SUR
El poema cual sextante Señala latitud y longitud La intersección justa Marca tu lugar en el mundo A orillas del gran río marrón Con verdes sauces y rojos ceibos Rincón olvidado del Gran Norte Que santifica poetas “unders” Y ensalza novelistas “stars” Con sus listas de best-sellers.
Y sin embargo, persistes Tu mano firme sangrará aun Sangre, sudor y tinta negra Para decir tus verdades Aceptas gozoso este lugar Que te ha visto nacer Y desde aquí das batalla Contra los amos del silencio.
EN LA CIUDAD
“…equivoqué la dirección / no el impulso.” R. Echavarren
Montevideo a los veinte: Compartir asados metafísicos, Vino rojo, amigos nuevos sentir aroma a eucaliptos Y muchachas en la arena…
Montevideo en aquellos años: Yo caminaba lunas solitarias Tenía la ilusión aún intacta Mas la sonrisa melancólica de quien ha aprendido que la vida es buscar y rara vez hallar…
DIOS DE ADOLESCENCIA (Al Flaco, claro).
Entonces todo camino podía andar “con tanta sangre alrededor” todo podía ser más intenso aun allá, lejos de todo en aquel pueblo azul rodeado de durazneros pero donde no había -nunca hubo- cine o disquería.
Toda muchacha podía tener “pechos de miel, corazón de tiza” Cuando finalmente Te daba pelota Y caía enamorada Con aquellos versos Que sangraban cual duraznos Pues ella no podía saber Que vos los había sacado De una canción de un tal Spinetta…
PLEGARIA
“Soy el nadador, Señor, soy el hombre que nada.” V. Temperley.
Dime, Señor, que nada ha sido en vano Que el dolor, la angustia, la dicha Tuvieron un sentido, O siguieron Tu Plan Dímelo ahora, Señor, Pues los días de esta vida se pierden, -como agua entre los dedos- los rostros, los lugares, se esfuman y la esperanza se agota de tanto nadar contracorriente sin ver la otra orilla.
CIERTAS CANCIONES
Vos tocaste con tu guitarra unas canciones de Brassens Y yo amé tu voz, tu pelo, tu cuerpo -jóvenes como éramos los dos- Aquella noche yo te quise Por tres, cuatro minutos, O sea: por toda la eternidad.
BUZOS AZULES
En aquel tiempo gris De uniformes azules Y directores-dictadores (después supimos que había otros peores)
En aquel pueblo de provincia yo quise una muchacha con la adrenalina de los dieciséis y le regalaba mis pobres poemas, Y ella me decía que le gustaban, Que yo llegaría a ser un gran escritor “como Neruda o Benedetti…”
Hoy ya no uso uniforme azul No supe qué fue de su vida Ni qué será de la mía, Pero contra toda esperanza Todavía escribo poemas.
NOCTURNO II
Bien: hasta aquí he llegado Hasta aquí mis versos Han dicho todo cuanto Podían nombrar de gozo y callado lo que hay de pena pues no se puede impedir Que la lluvia moje nuestra piel Ni que el tiempo se escape Como agua entre los dedos.
Lo que resta por vivir aún Llegará silenciosamente Como un ladrón en la noche Y encontrará mi casa de papel Sin trancas ni cerrojos Abiertas puertas y ventanas A los vientos del mañana…
21 / AUTONOMÍA DE VUELO
Piloteando con coraje (sin G.P.S.) El poeta vuela encima de las nubes Sueña y teme, hombre también él, Que puedan fallar los motores El poeta va, humano como ellos, Los que han quedado en tierra Atrapados en shoppings, aeropuertos -pasajeros siempre en tránsito- Comprando una felicidad plástica En 48 cómodas cuotas mensuales.
22 / ARS POÉTICA
Las personas felices No tienen pasado Pues han aprendido Que el ayer miente
Los poetas escriben Sus mejores versos Antes de los treinta Después solamente Transcriben el olvido.
23 / CASETE
Cuando había tiempo Para perder tiempo O escuchar canciones
PLAY, FORWARD, REWIND: Sacar las letras sin prisa Escucharlas una y otra vez Hasta que el recuerdo de ella Se gastara o enredara demasiado. (Entonces el amor cabía en uno de 60)
Daniel Abelenda Bonnet Docente, periodista y escritor uruguayo (Salto, uruguay 1962). Desde 1970 vive en Colonia. Es politólogo, profesor ayudante de historia de las ideas y ciencia política en la Universidad de la República (Udelar) y docente de idioma inglés en la Universidad ORT. Se inició muy joven (1977) en el periodismo escrito de ese departamento. Fue corresponsal de medios como La Mañana y El Diario, y actualmente es columnista de Prensa Rosarina, la revista La Voz de la Arena y Revista Internacional Abrace. Ha publicado Historia de Tarariras (Editorial La Imprenta, Rosario, 2000) y Hombres de acción (La Imprenta, 2003). Cuentos suyos han sido incluidos en las antologías Nueva literatura argentina (Editorial de los Cuatro Vientos, Buenos Aires; 2006) y Cuentogotas VI (Bianchi Editores, 2006). Fue finalista del Certamen de Narrativa de la IMM con Manodepiedra y otros cuentos (2004). Su novela Secretos de Estado fue ganadora de una mención en el Concurso Anual de Literatura del MEC (2003). Su novela de aprendizaje en idioma inglés Cleveland (2005) y su poemario Ciertas canciones (2006) pueden leerse, junto con otros textos suyos, en Letras Uruguay.
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