Después del nombre de Mariella Nigro

Por Fanny del Río (*)

 

 

La más célebre de las mujeres enamoradas pregunta:

¿Qué hay en un nombre? Lo que llamamos rosa

Expresado de otra forma tendría el mismo dulce aroma.

Con esta respuesta que se da a sí misma, Julieta procura convencerse de que el acto de

nombrar no afecta aquello a lo que se nombra, como si al negar la importancia de

nombrar pudiera esquivar el golpe, el despiadado manotazo del destino. Los versos de

Julieta son expresión de su rebeldía adolescente.

Mariella Nigro, en cambio, con este libro lanza una suerte de declaración de guerra a

esa actividad que le fue prematuramente arrebatada a las mujeres todas a través de la

emblemática mujer primera: Eva.

“Formó, pues, el SEÑOR Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los

cielos, y las trajo a Adán, para que viese cómo les había de llamar; y todo lo que Adán

llamó al alma viviente, es ese su nombre.”

Con aguerrida pena, desde la desafiante tarea de su escritura, Mariella Nigro elabora esa

tremenda pérdida:

“(Vuelo de duelo:

Doloroso el cielo de la página,

Ralo el ramaje del árbol del poema.)”

Reclama para el género la tarea: pienso en Julieta, en Eva, en Diótima; para muestra, los

epígrafes poblados de mujeres. Los hombres están en otro lado: en la dedicatoria a pie

de página: Luis Bravo, Jorge Arbeleche, Carlos Vargas… siempre Agustín y Domingo.

Mas hay, como un épico telón de fondo, una tristeza como una lluvia persistente y

tenaz; acaso la conciencia de que también ésta es una batalla sin victoria:

“atrapar el brillo en el lomo vocal

del pájaro, el fraseo en llamas

su línea de fuga hacia el papel del cielo”.

Pero el acierto de este libro es que, en vez de rehuir la condena, por el contrario pone el

dedo en la llaga. Después de todo, hay otras formas de saciar la “sed de la página en

blanco”.

Con sus diversos poemas en el tiempo, “Después del nombre” asemeja una red de

terminaciones nerviosas, como una hoja iluminada al trasluz que muestra su hermosa

nervadura, sensible como la piel de un potro.

En su sutil arquitectura, la voz de la autora es terciopelo: “invisible filigrana la

escritura”.

Y el tiempo de cada verso se abre a la belleza del vocabulario que Mariella Nigro

emplea como un ramo de magnolias: “ojiva sagrada”, “raíz del viento”, “luna del

hueso”, “pliegue del iris”, “Caracola, matriz, corsé, celestes aguas” y “fractales

invisibles, pequeñas hadas”.

Hasta que la autora encuentra una hendija por donde dinamitar la sentencia bíblica: si no

nombrar, la misión posible del género es entonces la transmisión de la lengua, que se

enseña como excelencia y habilidad. La “mano de Diótima” es al mismo tiempo

habilidad y excelencia, poiesis y techné:

“Glosario de la vida te doy:

te hablo”.

Fuera de eso, todo es orfandad: una “espesa telaraña de amargura”, un “sumergido

mundo que no alcanzo”, donde “siempre es noche”. Anidan en la intemperie tan temida

los “desamparados”

“sin que el tiempo les tienda

una prolija hilacha,

el amparo de un nombre,

algún regio vestido de palabras”.

La redención última es la continuidad: de la creación de un mundo, de la fecunda

identidad.

Por eso hacia el final, la “Fe de erratas”; tabla de equivalencias que debe funcionar

como una manual para la propia supervivencia:

“Donde dice la muerte no existe solo separa el cristal del día debe decir tu propio hijo

espera en la vigilia de otro tiempo”.

Como una nervadura iluminada escrita en filigrana de hilos de plata, “Después del

nombre” deja tras de sí una estela luminosa que resplandece en la noche.

(*) Presentación del libro en en el Espacio Cultural Contemporáneo de la Fundación Unión, el 30 de junio de 2011,

Montevideo, Uruguay.

 

09delRioFanny del Rio
Nació en la ciudad de México. Estudió Filosofía en la U.N.A.M., donde conoció a su marido, el periodista y escritor uruguayo Carlos Vargas Quijano. Actualmente vive en Montevideo. Fue la experiencia del desarraigo lo que la condujo a escribir "La verdadera historia de Malinche", novela histórica que fue publicada en 2009 por Random House Mondadori y que hoy integra el catálogo de la prestigiosa Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América. En su libro, la autora narra el episodio de la Conquista a través de los ojos imaginarios de la mujer que fue esposa y traductora de Cortés y arroja una nueva luz sobre algunos de los secretos mejor guardados de la historia de México. Su novela es, a un tiempo, un testimonio en contra de la "cultura de la derrota" y una invitación a los mexicanos de hoy a reconocerse como los orgullosos descendientes de una mujer extraordinaria que dio la vida por defender la libertad. 

Fanny del Río continúa escribiendo. En la actualidad prepara un nuevo libro sobre la historia de México.